Se ha anunciado que la empresa china Yadea, líder mundial en la fabricación de motocicletas eléctricas, invertirá 78.6 millones de dólares en la construcción de una nueva planta en Ocoyoacac, Estado de México. Este proyecto resalta el crecimiento del sector de la electromovilidad en el país, que se posiciona como un destino clave para la inversión extranjera. La planta se espera que comience operaciones en mayo de 2025, con el objetivo de convertir a México en la novena base de producción más importante de Yadea a nivel global, según lo reveló Jia Zhong Wang, vicepresidente de Yadea Group Holdings, en diciembre de 2024.
En su fase inicial, la planta funcionará como una línea de ensamble, pero Yadea tiene planes de expandir las operaciones, incorporando procesos como soldadura y pintura. También contempla trasladar a México a sus proveedores de China y, en el futuro, evaluar la posibilidad de establecer fábricas de motores en el país. La decisión de invertir en México está motivada, en parte, por la demografía del país, ya que con una edad promedio de 29 años, México cuenta con una población joven que lidera la adopción de nuevas formas de movilidad sustentable, como las motocicletas y scooters eléctricos.
Yadea ya tiene presencia en México a través de distribuidores en ciudades como Guadalajara, Puebla y algunas zonas del Bajío, pero con la nueva planta, la empresa busca expandir su oferta de vehículos eléctricos en todo el país. Este proyecto también promete tener un impacto positivo en la economía local, ya que se espera que la planta genere alrededor de 200 empleos directos, además de fortalecer la economía regional con la creación de empleos indirectos. La Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) destacó que el Estado de México ofrece una ubicación estratégica y un desarrollo tecnológico que facilita la inversión de empresas extranjeras.
Con esta expansión, Yadea refuerza su presencia en Latinoamérica y contribuye a consolidar a México como un actor clave en la producción de vehículos eléctricos. Este proyecto no solo tiene un impacto en el sector de la electromovilidad, sino que también representa un paso hacia un futuro más sostenible para el transporte en la región, consolidando a México como un líder en la transición hacia formas de movilidad más limpias y eficientes.
