Se inició la construcción de manera formal del tren México–Querétaro, en la comunidad de Quintanares, municipio de Pedro Escobedo, se pone en marcha una de las obras de infraestructura más relevantes para el fortalecimiento del sistema ferroviario nacional. Este proyecto contempla una inversión estimada de 7,200 millones de dólares, con el objetivo de establecer un corredor de alta velocidad que una a la Ciudad de México con el Bajío, una de las regiones con mayor dinamismo industrial del país. El recorrido total será de 220 kilómetros, que se prevé cubrir en un lapso aproximado de dos horas, lo cual representa una mejora sustancial en términos de conectividad, eficiencia y reducción de tiempos logísticos para el transporte de personas y mercancías.
La obra contempla estaciones estratégicamente ubicadas en zonas de alta concentración poblacional e industrial, como San Juan del Río, el área del Aeropuerto Intercontinental de Querétaro, y la capital del estado. Asimismo, el sistema estará integrado al transporte público Qrobus en Querétaro y a diversos modos de transporte urbano en la Ciudad de México, incluyendo Metro, Metrobús y Ecobici, a través de la estación Buenavista. Las estaciones han sido diseñadas con un enfoque en la intermodalidad, priorizando la seguridad, comodidad y eficiencia operativa, al tiempo que ofrecerán espacios adecuados para el transporte público, estacionamientos y transbordos.
Desde una perspectiva económica y productiva, el proyecto representa una oportunidad estratégica para el fortalecimiento de sectores clave como el automotriz, aeroespacial, logístico y manufacturero. La reducción de costos de traslado, el acceso más ágil a centros de producción y distribución, y la mejora en la movilidad del capital humano, permitirán una mayor competitividad para las empresas establecidas en la región. Asimismo, se prevé un impacto positivo en la atracción de inversiones nacionales y extranjeras, gracias a la mejora sustancial en la infraestructura de transporte y conectividad regional.
El desarrollo de este proyecto generará un estimado de 210 mil empleos directos y más de 400 mil empleos indirectos, impulsando la economía local en al menos 14 frentes de obra. Las labores de construcción se ejecutarán de manera continua, operando las 24 horas del día, los siete días de la semana, con una proyección de finalización en un periodo de dos años y medio. En conjunto, esta obra posiciona a Querétaro como un nodo logístico y ferroviario de alcance nacional, articulando rutas hacia el norte, el Golfo de México y el Pacífico, y consolidando su papel como eje estratégico para el desarrollo económico, comercial e industrial de México
