En Hidalgo, la atracción de capital privado continúa en ascenso con el anuncio reciente de 16 nuevos proyectos de inversión, los cuales suman un total de 27 mil 562 millones de pesos. Estos se integran a un acumulado de 104 iniciativas impulsadas en los últimos años, con una inversión global de 117 mil 738 millones de pesos y una generación estimada de 157 mil empleos, entre directos e indirectos. La magnitud de estos proyectos refleja una tendencia clara: el fortalecimiento del estado como un centro competitivo para el desarrollo industrial, respaldado por condiciones estratégicas como infraestructura logística, disponibilidad de fuerza laboral calificada y acceso a mercados internacionales.
El capital extranjero ha jugado un papel clave en esta dinámica, con Brasil posicionándose como el segundo país con mayor inversión directa en la entidad, solo por debajo de Estados Unidos. Este crecimiento se ha materializado a través de empresas como Gerdau Corsa, Voltman y, especialmente, WEG, las cuales han establecido operaciones robustas en el territorio hidalguense. Esta presencia refleja una creciente confianza del empresariado internacional en el potencial productivo y logístico del estado, que hoy compite por atraer industrias de alto valor agregado y procesos especializados.
Uno de los ejemplos más destacados es el de WEG México, cuyo crecimiento en Hidalgo ha sido exponencial. La compañía ya concentra en el estado el 60% de su infraestructura industrial en el país y abastece a más de 30 mercados, incluyendo destinos como Japón, Canadá y Estados Unidos. En su más reciente expansión, WEG anunció una inversión adicional de 1,200 millones de pesos para construir una nueva planta en Atotonilco de Tula, con la creación de 200 nuevos empleos, de los cuales el 70% ya está cubierto. Este tipo de movimientos no solo refuerzan la actividad económica local, sino que también posicionan a Hidalgo como un nodo exportador de tecnología y manufactura avanzada.
Los factores que explican este dinamismo son múltiples: certeza para la inversión, colaboración entre sectores público y privado, modernización de la infraestructura y una ubicación geográfica privilegiada dentro del centro del país. Estos elementos han permitido que Hidalgo se inserte de forma creciente en las cadenas globales de valor, particularmente en sectores estratégicos como la industria automotriz, energía y manufactura de precisión. La evolución del ecosistema empresarial en la región responde así a una lógica de largo plazo, donde la consolidación de empresas líderes se convierte en motor del desarrollo económico sostenido.