Beatriz Hernández, presidenta de Coparmex Querétaro, reafirmó el compromiso de la Confederación Patronal de la República Mexicana con el trabajo digno, la productividad y el desarrollo económico y humano de Querétaro y México. Destacó que el diálogo social ha sido clave para transformar el mundo laboral, lo cual ha permitido avances importantes como el incremento del 154% en el salario mínimo desde 2016. Este logro es resultado de los consensos entre trabajadores y empleadores, junto con la sensibilización de la iniciativa privada y la colaboración con el gobierno. Estos esfuerzos han llevado a una recuperación histórica del poder adquisitivo y a mejoras en la seguridad social.
A pesar de estos avances, Hernández señaló que existen desafíos persistentes que no se pueden ignorar. Más del 54% de la población ocupada en México trabaja en la informalidad, lo que limita su acceso a derechos fundamentales, y en algunos estados, como Oaxaca, Chiapas y Guerrero, la informalidad supera el 75%. También destacó la baja participación de las mujeres en la economía formal, con solo un 46% en comparación con el 67% en los países de la OCDE. Estos problemas reflejan importantes brechas sociales que requieren atención urgente para garantizar que más personas puedan acceder a empleo formal y a sus derechos laborales.
“Estos desafíos exigen un nuevo modelo laboral basado en el diálogo tripartito, la digitalización, la flexibilidad, la corresponsabilidad y la capacitación continua. Desde Coparmex Querétaro apostamos por construir soluciones con visión de futuro, donde la paz laboral se traduzca en mayor bienestar para las familias y competitividad para las empresas”, expresó Beatriz.
Hernández subrayó que la baja productividad laboral en México, que se encuentra en el último lugar entre los países de la OCDE, con un crecimiento de menos del 1% en las últimas dos décadas. Para enfrentar este reto, destacó la necesidad de un nuevo modelo laboral basado en el diálogo tripartito, la digitalización, la flexibilidad, la corresponsabilidad y la capacitación continua. Un enfoque integral que permita mejorar la productividad y, al mismo tiempo, garantizar mejores condiciones de trabajo para los mexicanos.
En relación con la propuesta de una semana laboral de 40 horas, Hernández expresó su preocupación por los posibles efectos negativos en las micro y pequeñas empresas (mipymes), que generan el 70% de los empleos en el país. A pesar de reconocer la gradualidad de la medida anunciada por las autoridades federales, resaltó la importancia de escuchar todas las voces para evitar que estas empresas enfrenten mayores dificultades, lo que podría poner en riesgo la estabilidad laboral. Concluyó su intervención destacando que el objetivo es encontrar soluciones que equilibren el bienestar de los trabajadores con la competitividad empresarial, garantizando un desarrollo económico y social sostenible para todos.
