En una reciente teleconferencia con analistas, Mary Barra, presidenta y consejera delegada de General Motors (GM), explicó que la compañía podría trasladar parte de su producción de vehículos desde México y Canadá hacia Estados Unidos si el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, impone aranceles a estos países. Barra destacó que GM tiene suficiente capacidad de producción en EE. UU. para asumir la manufactura de algunas camionetas actualmente fabricadas en las plantas de México y Canadá. La ejecutiva también señaló que la empresa está dispuesta a explorar opciones para minimizar el impacto de los posibles aranceles, ajustando la procedencia de los vehículos según los mercados internacionales y la venta global de camionetas.
A pesar de la incertidumbre generada por las políticas comerciales y regulatorias del gobierno de Trump, Barra se mostró confiada en que los aranceles podrían evitarse, citando los esfuerzos de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para mantener conversaciones y tomar medidas clave en temas como inmigración. Barra enfatizó que la administración estadounidense busca fortalecer a los fabricantes nacionales como GM, no dañarlos, y destacó las conversaciones proactivas que la empresa ha mantenido tanto con el Congreso como con la administración Trump. La ejecutiva también subrayó la importancia de un sector manufacturero fuerte y del liderazgo de EE. UU. en tecnologías avanzadas, áreas donde GM juega un papel crucial.
En cuanto a los resultados financieros de la compañía, GM reportó ingresos por US$ 47.702 millones en el cuarto trimestre de 2024, un aumento del 11% en comparación con el mismo periodo del año anterior, superando las estimaciones de los analistas. Además, la ganancia neta ajustada aumentó un 55% hasta US$ 1,92 por acción, también por encima de lo esperado. En todo 2024, los ingresos subieron un 9%, alcanzando los US$ 187.442 millones, mientras que la ganancia creció un 38% hasta US$ 10,60 por acción. Barra comentó que la compañía continuará asignando capital de manera equilibrada y fortalecerá su cartera de vehículos, con tres nuevos modelos eléctricos de Cadillac a la vista.
Sin embargo, a pesar de estos sólidos resultados, GM sufrió una caída del 10% en la Bolsa de Nueva York, lo que refleja la preocupación de los inversores ante la incertidumbre generada por las políticas comerciales de Trump. La posibilidad de aranceles a materiales esenciales para la fabricación de autos, como el acero, el aluminio y el cobre, así como las amenazas de impuestos más altos al comercio con México y Canadá, aumentaron las tensiones en el mercado. Según el analista Jeff Windau, estos factores no han sido contemplados por GM en sus previsiones, lo que añade una capa de incertidumbre que afecta la confianza de los inversores en el futuro cercano de la compañía.