El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) ha señalado que la reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador podría poner en riesgo la oportunidad que representa el nearshoring para México. Según el Ceesp, la iniciativa genera escasa confianza en su efectividad y contribuye a una creciente incertidumbre política, lo que a su vez afecta negativamente la inversión en el país. La reciente aprobación de la reforma por parte de la Cámara de Diputados ha intensificado esta cautela entre los inversionistas, reflejándose en una disminución notable de la inversión y en el potencial de perder los beneficios asociados al nearshoring.
El reporte semanal del Ceesp destaca que los indicadores económicos del país siguen mostrando signos de debilidad, confirmando una tendencia a la baja en la actividad productiva. Esta situación es, en gran medida, atribuible al entorno político actual. La reforma judicial ha generado preocupaciones adicionales debido a la persistencia de problemas relacionados con el estado de derecho, la corrupción y la impunidad, factores que continúan limitando el crecimiento económico del país. La falta de confianza en la iniciativa se suma a estos problemas, exacerbando la cautela entre los inversionistas.
Además, el Ceesp observa que, tras un repunte inesperado en la inversión a finales de 2022, impulsado por la necesidad de concluir proyectos insignia del gobierno federal, el dinamismo de la inversión se ha deteriorado rápidamente. La incertidumbre política reciente, junto con la finalización de proyectos gubernamentales, ha contribuido a una disminución significativa en la inversión privada y en las expectativas favorables que anteriormente se habían observado. La inversión fija bruta, según datos del Inegi, experimentó una caída mensual del 1% en junio y un crecimiento anual de sólo 0.7%, marcando su menor expansión desde marzo de 2021.El reporte también señala que la incertidumbre política ha emergido como el principal factor limitante del crecimiento económico, superando incluso los problemas de inseguridad pública. La previsión de crecimiento del PIB para 2024 ha sido revisada a la baja, situándose en 1.54%, con expectativas similares para 2025, cuando se anticipa un crecimiento de 1.48%. A esto se suma el deterioro en las finanzas públicas, donde los ingresos totales del sector público aumentaron un 3.3% anual durante los primeros siete meses del año, mientras que el gasto creció un 10.8%. El Ceesp concluye que el entorno económico sigue debilitándose y que las perspectivas a corto y mediano plazo permanecen poco optimistas.