En un país reconocido mundialmente por su capacidad manufacturera dentro del sector automotriz, la creación de una marca nacional de autos eléctricos representa un giro poco común, pero necesario. En este contexto, Nazareth Black, CEO de ZACUA, compartió en exclusiva para Industrial Maps Mx la historia y evolución de la primera marca mexicana de autos eléctricos.
La ejecutiva explicó que el proyecto nació como respuesta a los persistentes problemas de movilidad en grandes ciudades como la Ciudad de México, combinados con la necesidad de construir un futuro más justo y sostenible. Con una visión que se remonta a más de 25 años, el equipo fundador identificó una oportunidad clave: aprovechar el talento automotriz existente en el país y transformarlo en una propuesta tecnológica nacional.
“Estamos haciendo esta empresa porque creemos que puede ser el inicio de una revolución a futuro, donde podamos ver marcas mexicanas compitiendo allí en el mercado. Que los mexicanos tengamos opciones para comprar autos construidos por nosotros, por gente mexicana, pero aparte que esa economía que se genera también se quede en el país y no se vaya, que se quede aquí.”, dijo la empresaria en la entrevista.
Black destacó que los autos eléctricos deben entenderse como dispositivos tecnológicos con ruedas, debido a la complejidad e innovación que implican. Bajo esta lógica, ZACUA ha centrado sus esfuerzos en el diseño y producción de una plataforma tecnológica madre, sobre la cual podrá desarrollarse una gama diversa de vehículos que responda a diferentes necesidades urbanas.
En este proceso de expansión, la empresa ha comenzado a diversificar su portafolio con nuevos modelos que incluyen vehículos del segmento utilitario, pensados para resolver demandas específicas como la distribución de última milla. Estos nuevos diseños están siendo desarrollados completamente en México, tanto en su ingeniería como en el diseño industrial, incorporando materiales avanzados como la fibra de carbono.
Además del avance tecnológico, ZACUA representa una postura frente al modelo tradicional de la industria automotriz mexicana. El proyecto desafía la idea de que México sólo puede funcionar como plataforma de manufactura para terceros, y plantea una narrativa distinta: una donde el país crea, diseña y comercializa su propia tecnología.
“ZACUA es rebeldía total y es un atrevimiento a romper ese status quo que nos tiene a los mexicanos desde hace muchos años pensando que estamos en una cajita en la que no podemos salir. Y esa cajita dice que México solamente es ensamblador para los demás, que no creamos tecnología, que no creamos cosas. Y entonces creo que ZACUA viene a romper esa idea completamente.”, explicó la CEO durante la entrevista.
La marca también ha mostrado interés en consolidar una red de aliados y colaboradores que compartan esta visión. Entre sus próximos pasos, destaca la apertura de oportunidades de inversión pensadas especialmente para personas interesadas en sumarse al crecimiento de una marca mexicana con proyección tecnológica. Esta estrategia busca construir un ecosistema de colaboración más incluyente, antes de acudir a grandes fondos de inversión.
ZACUA ha tenido incluso acercamientos con otros proyectos de movilidad impulsados por entidades gubernamentales, compartiendo experiencias y aprendizajes desde una posición colaborativa.
“Yo creo que ese es un proyecto, al que te refieres, es un proyecto que en esencia se escucha muy bien y que puede ser muy benéfico para un segmento de la población que no tiene la capacidad para comprar los autos que hoy hay en oferta. Y nosotros hemos recibido al equipo que está dando forma a este proyecto. Los hemos recibido con afán de colaboración, de apoyo sobre todo moral, para compartirles parte de nuestra experiencia, que pongan ojo con más con un enfoque de compañerismo, ¿no? De colegas a colegas. Deseamos, por supuesto, que tengan mucho éxito.”, destacó Nazareth durante la conversación.
Con estas acciones, ZACUA continúa consolidando su papel como pionera en el mercado automotriz nacional, apostando por una movilidad limpia, silenciosa y hecha con talento mexicano. Su propuesta no solo responde a las demandas de sostenibilidad e innovación de la industria 4.0, sino que también plantea una transformación cultural sobre lo que México puede crear, desarrollar y exportar en términos tecnológicos.