La industria automotriz mexicana alcanzó en junio un nuevo récord histórico al fabricar 362 La industria automotriz mexicana alcanzó en junio un nuevo récord histórico al fabricar 362 mil 47 vehículos ligeros, lo que representó un crecimiento anual del 4.8%. Este dato convierte al sexto mes del año en el mejor registrado en términos de producción, superando cualquier marca previa desde que se tiene registro. El director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Odracir Barquera, destacó que también se trata del mejor primer semestre en la historia del sector, con un acumulado de 2 millones 6 mil 720 unidades ensambladas entre enero y junio. A pesar del entorno global adverso por la política arancelaria de Estados Unidos, Barquera consideró que la industria muestra señales de solidez y crecimiento sostenido, aunque llamó a la cautela ante posibles cambios regulatorios y comerciales que puedan impactar la actividad exportadora en la segunda mitad del año.
Las exportaciones de vehículos también mostraron un comportamiento destacado durante junio, al crecer 14% respecto al mismo mes de 2024, con un total de 331 mil 517 unidades enviadas al extranjero. Este repunte contrasta con la caída de 2.8% observada en el acumulado del semestre, lo que refleja una recuperación significativa en el corto plazo. En el desglose por empresas, General Motors lideró el envío de vehículos con 72 mil 324 unidades exportadas, un salto de 56.4%, seguido por Nissan y Kia, con crecimientos de 27.1% y 20.7%, respectivamente. No obstante, firmas como Stellantis, Honda y Mazda reportaron retrocesos superiores al 20%, lo que evidencia una disparidad en el desempeño de las armadoras ante el entorno internacional.
Por otro lado, Toyota encabezó el crecimiento en volumen de producción con 27 mil 108 unidades, equivalentes a un incremento anual de 24.7%, seguida por Kia con una expansión del 24.3%. Estos resultados muestran que, pese a las incertidumbres económicas y comerciales, las plantas instaladas en México continúan operando con eficiencia y ganando terreno en los mercados internacionales. La estrategia de fabricación diversificada y el aprovechamiento del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) siguen siendo factores clave para mantener la competitividad del país como hub manufacturero automotriz.
Sin embargo, el panorama para el segundo semestre no está exento de riesgos. Según Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA), se espera que el mercado interno cierre el año con ventas por 1 millón 490 mil 983 unidades, una contracción del 0.4% anual. La desaceleración económica, el menor ritmo de generación de empleo formal y la incertidumbre sobre la política comercial estadounidense podrían frenar el dinamismo reciente. A pesar de que las exportaciones hacia EE.UU. bajo el T-MEC están exentas del arancel del 25%, persisten las presiones para relocalizar producción en ese país, lo que ya ha provocado decisiones como pausas productivas de Stellantis o evaluaciones estratégicas por parte de GM y Nissan. En este contexto, la industria automotriz mexicana enfrenta el reto de sostener su crecimiento y adaptarse con rapidez a los cambios del entorno global.